martes, 2 de mayo de 2017

Salsa de tomate para congelar



Hay tanta variedad de preparaciones de salsas de tomate,  algunos tipos de salsas para pasta se congelan con más facilidad y con mejores resultados que otras,  ésta les puede servir como una salsa base a la cual se le puede dar un toque personal, agregándole algún ingrediente a gusto.

Ingredientes


1 Kg. de tomates maduros

¼ taza. de aceite

2 cebollas grandes

4 ó 5 dientes de ajo

Unas ramitas de perejil

Unas ramitas de cilantro

1 cdta. de azúcar

1 ó 2 hojas de laurel, enteras

¼ cdta. de pimienta negra molida

Sal al gusto.


Ingredientes opcionales

Unas ramitas de hierbabuena

1 cdta. de albahaca picadita

1 cdta. de orégano

Un poquito nuez moscada rallada.


Preparación

Para hacer la salsa, los tomates deben pelarse y dejarlos sin semillas.  Esto lo hago fácilmente, los meto  en  una olla con agua hirviendo de 1 a 2 minutos, los retiro  y luego les quito la piel rápidamente, les quito el pezón, los  parto por la mitad y ayudándome con una cucharita  les retiro las semillas.  Las semillas extraídas las coloco en un colador y las tamizo para aprovechar el jugo, la pulpa y sólo desecho las semillas.  Los cascos de tomate los pico en dados. Las cebollas y las hierbas las pico finamente, si  utilizo alguna hierba deshidratada la  trituro, el ajo lo pico finito, lo machaco. En una olla con tapa, donde quepan todos los ingredientes, pongo el aceite,  sofrío la cebolla y cuando se empieza a poner cristalina  le agrego el ajo picado o machacado.  Sofrío el ajo por unos minutos, sin permitir que se queme, luego  agrego todos los ingredientes (menos las hierbas, las cuales agrego faltando 10 minutos para que termine la cocción, para que conserven todo su aroma y sabor,  revuelvo y cuando comienza a hervir  le bajo el calor a una temperatura media-baja,  tapo la olla y  dejo cocinar, mínimo de 45 a 60 minutos.  Si veo que se  está secando, le agrego un poco de agua, para terminar la cocción.


Notas:

El punto de sal deseado lo rectifico al final de la cocción, porque si esto se hace desde el comienzo, cuando disminuya el volumen del líquido, ésta puede sentirse salada.


Esta salsa de tomate se puede congelar en envases plásticos con tapa hermética en raciones que utilizare en el futuro.  Si deseo congelar toda la salsa en un solo recipiente, necesito agregarle mínimo doble cantidad de aceite en el momento de la preparación.  El aceite impedirá que se solidifique completamente cuando se congela, pudiéndola retirar por cucharadas a medida que la necesite.


Si la deseo guardar en la nevera, lo hago en un frasco de vidrio con tapa, previamente esterilizado.  Se conserva muy bien en la nevera por 15 días.

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